Cómo Comenzó Todo
En 2019, tres desarrolladores de juegos nos dimos cuenta de algo importante: la educación en VR no existía realmente en nuestro país. Habían cursos básicos de programación, talleres de Unity, pero nadie hablaba de los principios específicos que hacen funcionar un juego en realidad virtual.
El problema era concreto. Los estudiantes salían sabiendo programar, pero sus juegos VR causaban mareos, la navegación no funcionaba, y las mecánicas tradicionales simplemente no se traducían bien al espacio virtual.
Así nació Palphorix: no como otra escuela de programación, sino como el primer espacio dedicado exclusivamente a entender qué hace que un juego VR sea realmente jugable y cómodo.
Comenzamos en un pequeño estudio en Chihuahua con cinco estudiantes. Hoy, nuestros egresados trabajan en estudios de desarrollo VR en todo México y han creado experiencias que se usan en hospitales, museos y empresas.